lunes, 4 de febrero de 2013

En el camino aprendí


En el camino aprendí que llegar alto no es crecer,
que mirar no siempre es ver, ni escuchar es oír.
Ni lamentarse es sentir, ni acostumbrarse es querer.

En el camino aprendí, que andar solo no es soledad,
que cobardía no es paz, ni ser feliz sonreír.
Y que peor que mentir, es silenciar la verdad.

En el camino aprendí, que puede un sueño de amor abrirse como una flor,
y como esa flor morir,pero en su breve existir, es todo aroma y color.

En el camino aprendí que la humildad no es sumisión,
la humildad es ese don que suele confundir:
no es lo mismo ser servil, que ser un buen servidor.

Cuando vayan mal las cosas como a veces suelen ir,
cuando ofrezca tu camino solo cuestas que subir,
cuando tengas poco haber, pero mucho que pagar,
y precises sonreír aún teniendo que llorar.
Cuando el dolor te agobie y no puedas ya sufrir.
Descansar acaso debes,pero nunca desistir.

Cuando todo esté peor, más debemos insistir.

Muchos dicen que nuestro camino esta trazado, pero a medida que vamos avanzando nos damos cuenta que muchas veces lo desviamos y, aunque parezca que cada curva nos aleja de la meta y se hace eterno volver a encaminarnos, no debemos desistir. Continuemos caminando sin mirar atrás y veremos que al final cada paso dado, cada trazo marcado ha valido la pena. 

Fuente: Jaume Guinot